21 de octubre de 2010

SILUETA LUNAR



Desperté en el que era mi cuarto en la casa anterior que habitaba, algo llamó mi atención, una luz tan brillante, tan blanca estaba prendida en un cuarto, al entrar a éste, veo una gran tina manchada de sangre seca, el azulejo blanco que rodeaba todo el cuarto también manchado de sangre, como si hubiesen asesinado a alguien ahí, -dicho cuarto realmente era un baño-, de repente al voltear a una pared me encontré una puerta de madera abierta que nunca en toda mi vida había contemplado, decidí entrar, era un cuarto oscuro, dentro de el sólo veía arlequines, espejos y sombras en las que ni siquiera se podía distinguir una forma...de repente comienzo a sentir un inmenso frío, caminé hacia el lugar de donde provenía -un pasillo muy alargado dentro del cuarto, que al final tenía una mesita de madera con dos frascos uno con serpientes y otro con tarántulas- ; encuentro una puerta abierta -jamás había pasado por mi mente la existencia de dicha puerta, porque hace tiempo estaba escondida detrás del tapiz-... quise entrar para saciar esa curiosidad que me invadía, lo primero que vi fue un sendero que daba a un bosque; tomé ese camino -tal vez para darle un descanso a mi alma, no lo sé- dicho ambiente estaba rodeado de una inmensa oscuridad, se alcanzaban a distinguir las cosas gracias al resplandor de esa luna que coqueta se encontraba menguando... un viento leve sopló, era tan delicado que sentí como si fuese una caricia, de pronto un olor tan dulce llamó mi atención y decidí seguirlo hasta que llegué a una parte del bosque que los árboles rodeaban como si fuese un círculo, cuando pude entrar al centro de ese laberinto de árboles vi algo, creo que era una figura humana -como de hombre- bailando ballet, con una máscara -tipo antifaz- en forma de luna, supongo que estaba bailando para aquella Luna menguante que de pronto  se convirtió en una Luna llena -tan amarilla, grande y hermosa-, intenté acercarme a él y al instante desaparece; la Luna toma su apariencia, pero aún así no podían distinguirse la forma de su cara ni sus rasgos, me hipnotizó hasta que, sin darme cuenta caí a un abismo, pero no tenía miedo, carecía de sentido común y lógico en esos momentos... quede inconciente, cuando abrí mis ojos pude distinguir de nuevo esa silueta reflejada por la luz de la luna, ¿ acaso fue mi dulce alucinación, una bella perdición o la hermosa muerte que tanto esperé?


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